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¿Qué dice el Global Findex 2014 sobre América Latina y el Caribe?

Principales hallazgos y oportunidades para la inclusión financiera en la región

América Latina avanzó en su camino hacia la inclusión financiera, dicen los resultados del informe Global Findex (disponible en inglés) para 2014. Si bien, todavía queda mucho por hacer, los datos muestran desafíos y oportunidades para la región.

La base de datos del Global Findex es el instrumento más exhaustivo de medición del progreso en materia de inclusión financiera, medida como la titularidad de una cuenta que permite a los adultos almacenar dinero así como recibir y hacer pagos electrónicos. Esta encuesta se realizó en 143 países y abarcó a más de 150 mil personas, recopilando más de 100 indicadores sobre el acceso y uso de los servicios financieros entre países y a lo largo del tiempo.

Infografía titularidad de cuentas, Global Findex 2014, Banco Mundial.Según la información detallada en el informe 2014, el 51% de los habitantes adultos (15 años o más) de América Latina y el Caribe tiene una cuenta, frente a un 39% en 2011, pero, aunque este avance es importante, todavía 210 millones de adultos siguen sin estar bancarizados. Estos representan el 10% de un total de 2 mil millones de personas que siguen sin utilizar los servicios financieros a nivel mundial.

¿Por qué estos datos son útiles?

Los datos del Global Findex permiten hacer un seguimiento de los efectos de las políticas de inclusión financiera que se están llevando a cabo en la región. También medir y entender cómo los adultos de la región ahorran, piden préstamos, hacen pagos y enfrentan los riesgos.

Estudios revelan que la inclusión financiera es un componente importante en los procesos sostenidos de desarrollo. Un mayor acceso al sistema financiero -y la participación en él- puede impulsar la creación de empleo, aumentar las inversiones en educación, y permitir a los más pobres gestionar mejor sus recursos, manejar sus riesgos y ampliar sus oportunidades económicas.

Principales hallazgos para la región:

1 – La titularidad de cuentas ha aumentado.  Con 51% de los adultos con una cuenta (frente a un 39% en 2011), el acceso financiero en América Latina y el Caribe se encuentra en niveles similares a los de Europa, Asia Central y Asia del Sur, pero rezagado respecto a Asia Oriental y las economías desarrolladas. Este avance es una buena noticia para la región pero no se ha dado en todos los países por igual. Por ejemplo, en México, el porcentaje de la población adulta con cuenta subió de 27,4% en 2011 a 31,1% en 2014, pero este nivel está todavía muy por debajo de países como Brasil (68,1% de adultos con cuenta), Chile (63,3%), Venezuela (57%), Ecuador (46,2%), Uruguay (45,6%), Panamá (43,7%), Bolivia (41,8%) y Guatemala (41,3%), para nombrar algunos ejemplos (vea gráfica 1). El cambio más acentuado en el acceso a los servicios financieros en la región proviene de Centroamérica, fundamentalmente de El Salvador, Guatemala, Panamá y Honduras, donde la titularidad de cuentas ha aumentado más de 50% entre 2011 y 2014.

Gráfica 1: Tenencia de cuenta (% edad 15+). Fuente: Global Findex 2014.

 

Gráfica 1: Tenencia de cuenta (% edad 15+). Fuente: Global Findex 2014.

2 – Unos 210 millones de adultos todavía no están bancarizados. Si bien la región hizo grandes avances en 2014 para incorporar a los pobres en el sistema financiero, todavía 210 millones de adultos están fuera del sistema financiero formal. Entre los países más rezagados según el Findex 2014 están: Perú (con solo el 29% de los adultos con cuenta), Nicaragua (19%) y Haití (18%). En el caso de Perú, por ejemplo, con el mejor entorno para avanzar en la inclusión financiera según el Microscopio Global 2014, los resultados de sus estrategias innovadoras público-privadas para promover los servicios financieros para las poblaciones excluidas, se esperan ver plasmados en el mediano y largo plazo.

3 La brecha entre ricos y pobres en titularidad de cuentas se está reduciendo, pero aún persiste. En América Latina y el Caribe, en el 40% de los hogares más pobre, el 41% de los adultos tiene una cuenta, según datos de 2014, 14 puntos porcentuales en aumento con respecto a 2011. En el 60% de los hogares más ricos, el 58% de los adultos tiene una cuenta, frente a un 48% en 2011. Un ejemplo es Argentina, donde la titularidad de cuentas entre el 40% de los hogares más pobres se duplicó al 44% entre 2011 y 2014.

Cuadro 1: Datos de inclusión financiera para países seleccionados. Fuente: Global Findex 2014.

Cuadro 1: Datos de inclusión financiera para países seleccionados. Fuente: Global Findex 2014.

4 – La diferencia en la razón de género en la titularidad de cuentas se ha reducido en la región  y existe oportunidad para ampliar la inclusión financiera. En 2014, el 49% de las mujeres adultas en la región tenía cuenta frente a un 54% de los hombres (brecha de 5 puntos porcentuales), mientras que en 2011, la brecha era de 9 puntos porcentuales. A nivel mundial, la disparidad de género se mantiene sin cambios y permanece en 9 puntos porcentuales en los países en desarrollo. La titularidad de cuenta es importante porque empodera económicamente a las mujeres, al otorgarles un lugar fuera del hogar y seguro para guardar sus ingresos, dándoles privacidad y eficiencia en el manejo del dinero.

5 – La banca móvil han crecido en la región, especialmente en Centroamérica, donde ha jugado un rol estratégico en el avance de la inclusión financiera, especialmente, en El Salvador, donde el 4,6% de los adultos tiene una cuenta de dinero móvil –la tasa de penetración móvil más alta de la región- según el Global Findex 2014, muy por encima del promedio de América Latina y el Caribe, de 1,7%.

6 – La región ahorra pero muy pocos lo hacen en el sistema formal. El 40,6% de la población adulta ha ahorrado en el último año pero sólo el 13,5% lo hace en una institución financiera formal. Todavía guardar el dinero en efectivo, ahorrar con otro miembro de la familia/amigo u otras formas informales de ahorro como las asociaciones de ahorro y crédito rotativo (ROSCAs, por su sigla en inglés) ocurren en la región.

7 El crédito se toma con más frecuencia de familiares o amigos (13%), que de una institución financiera formal (11%), aunque esta brecha se ha acortados desde 2011.

8 Alrededor del 28% de los adultos en América Latina y el Caribe hace pagos directamente con cargo a sus cuentas a través de una tarjeta de débito, en comparación con el 14% de los países en desarrollo, en promedio.

9 – 40 millones de adultos en la región reciben pagos del Gobierno en cuentas. Los datos del Global Findex 2014 muestran que existe oportunidad para que  más adultos puedan tener acceso al sistema financiero formal si los gobiernos y las empresas realizaran pagos directos en sus cuentas en lugar de usar dinero en efectivo. Brasil es un claro ejemplo, el 88 % de los beneficiarios de transferencias del Gobierno las recibe en una cuenta.

10 135 millones de adultos en la región tienen una cuenta, pero pagan en efectivos sus facturas de servicios públicos. Este número muestra que todavía queda mucho por hacer no solo para asegurar la inclusión financiera de todos, sino también para que, una vez incluidos, estos puedan usar y beneficiarse del acceso al sistema financiero formal. Lo que marcará la diferencia no es el número de cuentas abiertas, sino el uso que se le dé a esas cuentas.

¿Quiere aprender más sobre inclusión financiera en la región? Explore nuestro mapa interactivo y lea más sobre el tema aquí.

Lea el informe Global Findex 2014 (en inglés) y el Microscopio Global 2014.

¿Cuáles son los desafíos de la inclusión financiera en su país? ¿Cuáles son los pasos que se están tomando desde la política pública? ¿Y desde su institución? Cuéntenos vía Twitter, etiqueta #GlobalFindexLAC. Síganos: @Portal_MF.

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